PILDORITAS DE LA SEMANA (V)

JIRAFAS Y DERECHOS HUMANOS

Hace unos días compartí un artículo de Félix Ovejero en El Mundo en el que recordaba la ocasión en que JFK envió el ejército al estado de Alabama, donde el gobernador Wallace (que tuvo un 96% de votos en su elección como tal) se negaba a cumplir la ley federal sobre la integración de las personas de raza negra en la educación. Un amigo al que tengo bastante aprecio me escribió este comentario: «Comparar una cuestión de DERECHOS HUMANOS (acceso de los estudiantes negros a la educación) con una cuestión ideológica y política es querer tomar a sus lectores por ‘las girafas’, la clase de parvulario a la que asiste mi hijo». 

Esto es un grave problema. Aparte de la propaganda independentista que compara de forma ridícula a los negros norteamericanos con los independentistas (precisamente el Gobierno norteamericano trataba de aplicar la ley nacional que no querían cumplir algunos estados segregacionistas, que es lo mismo que hacen ellos, saltarse las leyes nacionales, e incluso las suyas cuando les conviene), y la inexistencia de un derecho humano como libre autodeterminación de los pueblos (que ya expliqué con detalle aquí), el problema principal, como ya he señalado en otras ocasiones, es el falso concepto de democracia que tiene mucha gente. No se compara en el artículo una cuestión de derechos, sino de incumplimiento deliberado de la ley vigente.

La democracia verdadera es: uno, el imperio de la ley, que nos hemos dado entre todos, elaborada por los representantes que hemos elegido entre todos; dos, la separación de poderes, de modo que los tres se controlen entre ellos; y tres, la igualdad ante la ley, de modo que todos estemos obligados a cumplirla. Las sentencias y las leyes no están para gustar a nadie, se cumplen y punto. Y la ley se pueden cambiar por el procedimiento legal existente, no son las tablas de la ley de Moisés. Por esa regla de tres, cuando haga la declaración de la renta le diré a Hacienda que me parece injusto que tenga que pagar un 20% y le pagaré sólo un 10. Si cada uno hacemos lo que nos da la gana y el Estado no hace nada, terminaremos cada uno como en el salvaje oeste, con un revólver en el bolsillo. Si fuera mi moto una de las incendiadas en Cataluña estos días, o mi madre la persona que muere de un infarto por ir cargando con una maleta durante varios kilómetros, prefiero no decir lo que hubiera podido llegar a hacer.

Y termino con las palabras que pronunció JFK con ocasión del caso de Alabama y que resumen lo que trato de expresar: “Los estadounidenses son libres, en resumen, de estar en desacuerdo con la ley, pero no de desobedecerla. Pues en un gobierno de leyes y no de hombres, ningún hombre, por muy prominente o poderoso que sea, y ninguna turba por más rebelde o turbulenta que sea, tiene derecho a desafiar a un tribunal de justicia. Si este país llegara al punto en que cualquier hombre o grupo de hombres por la fuerza o la amenaza de la fuerza pudiera desafiar largamente los mandamientos de nuestra corte y nuestra Constitución, entonces ninguna ley estaría libre de duda, ningún juez estaría seguro de su mandato, y ningún ciudadano estaría a salvo de sus vecinos”. 

INDIGENCIA INTELECTUAL

Este mes presentó Más País (Íñigo Errejón para entendernos) su programa electoral, o un avance de 85 páginas llenas de medidas. Y sospechosamente parecido al Plan Patria 2013-2019 de la República Bolivariana de Venezuela, pese a sus últimos intentos por disfrazarse de moderado socialdemócrata, renegando de su pasado chavista. En este artículo de El Español podemos ver las diez similitudes más evidentes entre ambos.

Con la excusa de la emergencia climática como motivo para todo (vale como para justificar un roto o un descosido) desarrolla una serie de propuestas descabelladas, populistas, falsas y sin el menor sentido común. Voy a citar un párrafo que me parece especialmente significativo: «Más allá del PIB. Proponemos una Reforma Ecológica y feminista de la Contabilidad Nacional en dos claves: en primer término, desplazaremos al PIB del centro de gravedad de la acción económica Introduciremos una contabilidad biofísica paralela a la contabilidad monetaria, que permita localizar e intervenir sobre procesos de externalización de daños ambientales, tensiones metabólicas y mochilas ecológicas ocultas que no entran dentro de la racionalidad económica acotada del sistema de precios». Es decir, acabemos de un plumazo con el sistema contable de partida doble que ha funcionado durante mil años y lo sustituimos por la «contabilidad biofísica».

Otras barbaridades similares: reducción de la jornada laboral a cuatro días semanales. ¿Podría soportar España, ya con problemas graves de productividad, una medida que dispararía los costes laborales? ¿Quién pagará las horas perdidas? ¿Y si nuestros competidores no nos siguen, cómo compensamos la pérdida de competitividad de nuestras exportaciones? ¿No será mejor intentar aumentar la productividad y el teletrabajo, hacer menores horarios pero más productivos y ayudar a conciliar?

Y seguimos para bingo: edad de voto a los 16 años (por el propio interés); desmantelar una de las principales empresas exportadoras como es la industria automovilística en 2030 sin ofrecer alternativas (porque en otro apartado propone un 60% de implantación de energías renovables y una reducción de un 20% del consumo energético en 2030, de dónde vamos a sacar la energía eléctrica  y a qué coste); regular por ley el precio de determinados bienes como los producidos por pequeños productores; capacitación ecológica del funcionariado (que ya sabemos quiénes les darían esa «formación», sus amiguetes, como reveló él mismo en este vídeo). También propone eliminar los vuelos peninsulares en favor del AVE, cuando éste se ha demostrado claramente deficitario y sólo ha beneficiado a las grandes constructoras, y perjudicado el desarrollo y mantenimiento de las líneas normales de tren (que se lo digan a los extremeños).

Y la guinda del pastel: no se pierdan este tweet de Matthew Bennett.

Y es que el gran agujero negro de su programa es de dónde va a salir el dinero para pagar todo esto, esté equivocado o no. Como diría Rodríguez Brown, lo va a pagar usted, señora. Y con una deuda pública del 100% del PIB. No del PIB biofísico, del de verdad.

FEDERALISMO, NACIONES Y NACIONALIDADES

En la entrevista de Carlos Alsina esta mañana con Pedro Sánchez, este le ha contestado que para ir hacia una España federal no hace falta reformar la Constitución, que federalismo y estado plurinacional es lo mismo. John Müller lo ha contado en Twitter, y Javier Aviñó lo ha clavado en su respuesta:

Cuando el PSOE habla del Estado federal como un medio para solucionar conflictos territoriales en España, o bien nos toma por idiotas, o bien no sabe de lo que habla. Hay básicamente dos posibilidades de organizar un Estado descentralizado: el estado federal y el confederal. En el primer caso, el Estado se divide en estados federales, que generalmente no son sujetos de Derecho Internacional Público (el sujeto es el Estado Federal), tienen una serie de competencias cerradas y aquel tiene otras exclusivas (política exterior, defensa). Así funcionan estados como EEUU o Alemania. En la confederación, cada estado soberano se une libremente a otros, manteniendo altas cotas de autonomía. Canadá podría definirse como tal, y Suiza también lo fue hasta el siglo XIX.

Y luego tenemos lo que nos inventamos en 1978, el Estado autonómico. Es muy parecido al Estado federal, porque en teoría hay una serie de competencias exclusivas del Estado central (artículo 149 de la Constitución) y otras de las Comunidades Autónomas (artículo 148). Pero hay una vía de vaciamiento de competencias del primero a las segundas, que es el artículo 150.2, mediante el cual el Estado podrá transferir o delegar a las Comunidades Autónomas, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a una materia de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación. De acuerdo con la doctrina constitucional, este precepto implica una decisión formalmente unilateral por parte del Estado, por el que la Ley orgánica estatal cumple una función atributiva de competencias. Sin embargo, hay dos límites: primero, en la práctica, se atribuye el ejercicio y no la titularidad de la competencia; y segundo, la utilización de esta figura ha de ser, de acuerdo con la doctrina constitucional (Sentencia del Tribunal Constitucional 15/1989, de 26 de enero, fundamento jurídico 11), de carácter residual y extraordinaria.

Aun así, por vía de hecho se han vaciado competencias teóricamente estatales, como educación o sanidad, cuyos ministerios no tienen ya utilidad alguna. Sería útil replantearse el retorno de sanidad, justicia y educación al Estado central. El coste de esta última transferencia lo estamos sufriendo en el noreste de la península durante décadas.

Así que por favor señores del PSOE, no nos tomen el pelo. Si son partidarios del federalismo asimétrico, donde las comunidades donde han matado, desobedecido leyes o quemado contenedores sean más ricas y tengan más ventajas que los demás, díganlo a la cara, por favor. En un Estado federal de verdad todos los estados tendrían las mismas competencias, y los mayores recursos deberían ir hacia los estados más pobres. Yo creía que en eso consistía el socialismo.

LO QUE ES Y LO QUE NO ES (UN JUICIO PENAL)

El juicio que está teniendo lugar en estos días en el Tribunal Supremo es un juicio penal contra unas personas determinadas que son inocentes a priori; que el Estado piensa que han podido cometer un delito, y que las acusaciones tendrán que probar que así lo hicieron. Demostrar que han  infringido preceptos en los que el ordenamiento jurídico vigente castiga como delitos determinados comportamientos por su gravedad, sin la más mínima duda. Concretamente, la Fiscalía les acusa de los delitos de rebelión agravada con malversación (Junqueras, Turull, Rull, Romeva, Bassa y Forn), únicamente de rebelión (Sánchez, Cuixart y Forcadell) y de desobediencia y malversación (Borràs, Mundó y Vila), unas acusaciones que, por su parte, la Abogacía del Estado rebaja a sedición, y a las que Vox añade el delito de organización criminal para todos los procesados.

No es un juicio al secesionismo, ni a sus votantes, ni al Estado de Derecho, ni a España ni a Cataluña; ni a nuestras leyes o instituciones; es un juicio a determinadas personas por la comisión de determinados hechos. Como dice @Tsevanrabtan: “Un  juicio debe ser, en suma, algo muy serio. No es un plató de televisión. Ni siquiera un parlamento. No es un lugar para ejercer la libertad de expresión, entendida en un sentido amplio. Es uno de esos pocos lugares lleno de reglas en los que la forma es inescindible de su fin natural”. Da igual lo que unos u otros “se sientan”, o lo que se deba decidir en el futuro. Tsevan Rabtan lo explica muy bien aquí.

Una vez que tenemos claro esto, y habiendo seguido casi la totalidad de las sesiones, hay varias cuestiones que me gustaría comentar, sobre todo teniendo en cuenta que mucha gente que me está leyendo puede que nunca haya estado presente en un juicio penal.

En primer lugar, el Tribunal Supremo está siendo extremadamente garantista, o como diríamos en lenguaje coloquial, se la está cogiendo con papel de fumar. Es evidente que no estamos ante un juicio cualquiera: retransmitido en directo por internet, en audio y video. Por eso me hizo mucha gracia las peticiones de algunos de estar presentes en el juicio, como Amnistía Internacional o Quim Torra. En primer lugar, los juicios en España son audiencia pública (salvo raras excepciones), por lo cual cualquiera puede entrar a verlo (artículo 120 de la Constitución Española y 680 de la ley de Enjuiciamiento Criminal). El Supremo y su presidente Manuel Marchena están siendo extremadamente generosos con los acusados, y están tolerando discursos y soflamas propagandísticos en respuestas a preguntas de la acusación que ya les digo yo que en un juicio normal no durarían ni un minuto. Como la mayoría de los acusados ha renunciado a defenderse y sólo piensa en recurrir la sentencia al Tribunal de Estrasburgo (se suele decir que cuando recurres por derechos fundamentales o tutela judicial efectiva, en muchos casos es porque no tienes nada a lo que agarrarte para recurrir), sus respuestas en los interrogatorios parecen más propias de un mitin. En este sentido, los jueces están prefiriendo pecar por exceso, para que nadie les pueda decir que no han sido tremendamente garantistas con el derecho a la defensa de los acusados. La retransmisión televisiva acentúa ese efecto.

En este sentido, y discrepando con mi admirada @Proserpinasb, a la Fiscalía la veo en general un poco espesa, no preguntando de forma concreta ni acertada, sabiendo además que a la mínima tanto los acusados como ciertos testigos te van a montar un mitin político. La Abogacía del Estado lo ha hecho mejor, en mi humilde opinión. No obstante, es cierto que el fiscal Zaragoza hizo un alegato impecable al inicio, desmontando una por una todas las mentiras de los independentistas, y como muestra un botón: el político, “como cualquier ciudadano está sujeto al Código Penal”, porque la actuación política no justifica “expulsar la Constitución y sustituirla por una legislación paralela”; “imponer” una segregación territorial; “utilizar a miles de ciudadanos para incumplir las leyes y las resoluciones judiciales”; desobedecer “de forma contumaz” al Tribunal Constitucional; convocar a miles de ciudadanos y “mantener secuestrada” a una comisión judicial bajo el pretexto de “un ataque a Cataluña”; ni “agitar a miles de ciudadanos sabiendo se les abocaba al enfrentamiento violento con las fuerzas policiales” el 1-O.

En segundo lugar, hasta ahora sólo uno de los acusados se ha defendido jurídicamente: Joaquín Forn, que muy bien preparado por su letrado, se centró en rebatir a la acusación los hechos y su encaje en los tipos penales de los delitos de los que se le acusa. Tiene a su favor la presunción de inocencia y la dificultad que tendrán las acusaciones de probar que los hechos (o lo que se declare como hechos probados) encajan de forma verosímil en los comportamientos recogidos como delictivos en el código penal; que como mínimo en el delito de rebelión es discutible. Aunque su comportamiento contradictorio de “cumplir” las resoluciones por un lado y votar por el otro huela más a una conducta propia del “Astut” Mas, y puede dar la sensación a la Sala de nadar y guardar la ropa.

El resto de ellos han aprovechado sus turnos de interrogatorio para, o bien como Junqueras, definirse como una buena y pacífica persona que nunca ha roto un plato, y que es partidario de la no violencia, incluso que “ama a España y a los españoles”; o bien como Cuixart, que es una mezcla de Luther King y Gandhi, y que tuvo las pelotas (con perdón) de citar a Hanna Arendt, nada menos. Además, comparó las leyes racistas que en determinado momento estaban vigentes en EEUU con la Constitución Española. Con dos cojones. Esta última es una estrategia suicida, en mi opinión, como la del señor que afirma ser una bellísima persona querida por sus vecinos, que amaba profundamente a su mujer, y por eso la asestó diecisiete puñaladas. El Derecho penal de autor no está reconocido por aquí, ni tiene muchos defensores. Aviso a navegantes.

En tercer lugar, como jurista uno de los argumentos más divertidos que se han lanzado por parte de las defensas es que la declaración unilateral de independencia fue una declaración política, y que como no se publicó en el boletín oficial correspondiente no tuvo efectos jurídicos. Vamos, que iba de farol. Como si hubiese un instrumento jurídico específico previsto para dar un golpe de Estado. Con esa genial idea, Carmen Forcadell en su interrogatorio se inculpó por desobediencia ella solita. Menuda estrategia.

Y es que me ha llamado la atención la ignorancia supina en la que vive mucha gente, opinadores y tertulianos incluidos. El numerito de los dos diputados de la CUP negándose a contestar a las preguntas de Vox como acusación popular demostró dos cosas: que es urgente que la gente sepa cosas básicas de Derecho, y hoy en día informarse es más fácil que nunca; y que a ellos les importaba más montar el numerito con Vox que el interés o la absolución de los acusados que les propusieron como testigos, porque al negarse a contestar a las preguntas de Vox ya no podían contestar a las preguntas de los demás, incluidas aquellas que pudieran formular los letrados de los acusados que les propusieron como testigos. Porque no me puedo creer que hicieran esto ignorando las consecuencias. Pues ahora tienen 2.500 razones nuevas para meditarlo, y plazo para recapacitar, o por el contrario pueden ser acusados de desobediencia. Creo que a estas alturas ya han comprobado las diferencias entre un tribunal y un plató de TV3.

Por otra parte, hay una cierta confusión entre los acusados respecto del concepto de democracia, y su relación con la ley. Uno de los mantras más repetidos es que la democracia está por encima de la ley, que los acusados tenían un compromiso con el pueblo de Cataluña y que estaban cumpliendo un mandato democrático. Pero nuestro sistema legal (Constitución y Estatuto de autonomía incluidos) nos lo hemos otorgado entre todos, y precisamente entre todos debemos decidir si lo modificamos o no, no solamente una parte de nosotros. Como dice Roger Senserrich “El ordenamiento jurídico en una democracia moderna no es un juguete hecho de Legos donde los políticos pueden quitar o poner piezas siguiendo las consignas del público o la crítica. No es algo que un líder autonómico o nacional pueda romper a martillazos simplemente porque no le gusta, no está cómodo, o porque en campaña electoral ha prometido destrozarlo entusiásticamente. La ley, el Estado de Derecho, exigen que la estructura legal del sistema se base en la idea que hay cosas que son demasiado importantes como para poder votarlas sin más, sin debates detallados, mayorías agravadas y protecciones especiales. Algunas leyes están por encima de la democracia, precisamente porque sin ellas la democracia no es posible”. Usar este argumento delante de un tribunal es un sinsentido, desde un punto de vista estrictamente jurídico. Como me consta que tengo lectores curiosos y con tiempo para leer, una vez más, Tsevan Rabtan sobre este tema.

Para terminar, hay gente que habla ya como si el juicio estuviera casi terminado, sobre si queda o no acreditado el delito de rebelión o el de sedición. Pero hay que tener en cuenta que la testifical incluye más de 600 testimonios, y falta la parte de las pruebas periciales y documentales. Sólo hemos rascado la superficie. Es cierto que el juicio en general está siendo ágil, pero nos queda muchísimo. Se calcula que con suerte puede estar visto para sentencia en abril. Volveremos por aquí, porque queda mucha tela que cortar.

PD: recomiendo por su interés para seguir el juicio en Twitter las cuentas de dos abogados en ejercicio que ya he citado más arriba, @Proserpinasb y @Tsevanrabtan

EGIPTO Y SIRIA, ESPAÑA Y CATALUÑA

La señora Ponsatí nos dice hoy que los independentistas jugaban al póker y jugaban de farol. Como ha comentado José Antonio Noguera en Twitter, el destinatario real del farol no era el Gobierno español, sino los catalanes:

Jose Antonio Noguera

Como explicación de los faroles y las mentiras: hace poco volví a releer esa novela de Mika Waltari que tanto me gustó de joven, Sinhué el egipcio. Y hay un pasaje que me llevaba dando vueltas a la cabeza porque lo encontraba muy aplicable a la política de los independentistas catalanes. Es una conversación entre Sinhué, médico del faraón, y el rey de Siria, Aziru. Traten de sustituir Siria por Cataluña y Egipto por España y verán que les queda un cuadro muy atinado (las negritas son mías):

Un señor y un soberano no detesta a nadie ni ve diferencia entre los pueblos, pero el odio es una potente palanca entre sus manos, más potente que las armas, porque sin el odio los brazos no tienen fuerza para levantar las armas. Yo he nacido para mandar, porque por mis venas corre sangre de los reyes de Amurrú y con los hiksos mi pueblo dominó un día todos los países de un mar a otro. Por esto me esfuerzo en fomentar el odio entre Siria y Egipto y en soplar entre las ascuas, que se van enrojeciendo lentamente, pero que una vez inflamadas destruirán todo el poderío egipcio sobre Siria. Por esto todas las villas y tribus de Siria deben aprender a saber que el egipcio es más miserable, más haragán, más cruel, más infame, más codicioso y más ingrato que el sirio. Todos tienen que aprender a escupir de desprecio al oír pronunciar el nombre de Egipto y ver en los egipcios unos opresores inicuos, unas sanguijuelas ávidas, verdugos de mujeres y niños, a fin de que su odio sea suficientemente fuerte para mover las montañas.

-Pero todo esto es falso, como sabes muy bien -le hice observar. Tendió las manos con la palma hacia arriba y dijo:

-¿Qué es la verdad, Sinuhé? Después de haberse impregnado de la verdad que yo les inculco estarán dispuestos a jurar por todos los dioses que es cierto, y si alguien pretende probarles lo contrario, lo matarán como si fuera un blasfemo. Tienen que pensar que son los más fuertes, los más bravos y los más justos del mundo y amar la libertad más que el hambre, la muerte y las privaciones a fin de estar dispuestos a pagar su libertad a cualquier precio. He aquí lo que les enseño y son muchos ya los que creen mi verdad, y cada creyente convierte a otras personas y pronto el fuego se extenderá oculto por todo Siria. Es también una verdad que Egipto trajo a Siria la sangre y el fuego, y por la sangre y el fuego será expulsado de ella.

-¿Cuál es la libertad de que les hablas? -le pregunté, porque sus palabras me llenaban de temor por Egipto y todas las colonias. De nuevo me mostró las palmas de sus manos diciendo con benevolencia:

-La libertad es una palabra complicada y cada cual le da el significado que quiere, pero esto importa poco, mientras la libertad no está conseguida. Para llegar a la verdad hay que ser muchos, pero una vez adquirida es mejor no compartirla con nadie y reservarla para uno solo. Por esto creo que el país de Amurrú tendrá un día el honor de ser llamado la cuna de la independencia siria. Puedo también decirte que un pueblo que cree todo lo que le cuentan es como un rebaño de bueyes llevado con las picas o como un rebaño de corderos que sigue al carnero sin preguntarse adónde lo lleva. Quizá yo sea tanto la pica como el carnero.  

-Creo verdaderamente que eres un auténtico carnero -le dije-, puesto que hablas así, porque tus palabras son peligrosas; y si el faraón se entera de ellas, podría enviar sus carros de guerra y sus lanceros contra ti para destruir tus murallas y ahorcarte en la proa de su navío con tu hijo al regresar a Tebas.

Pero Aziru se limitó a sonreír y dijo:

-Creo no tener que temer nada del faraón, porque he aceptado de su mano la cruz de vida y elevado un templo a su dios. Por esto tiene plena confianza en mí; mucha más que en ninguno de sus enviados y comandantes de guarnición que creen todavía en Amón. Voy a enseñarte algo que te divertirá.

Me llevó cerca de un muro y me mostró un cuerpo colgado cabeza abajo sobre el que pululaban las moscas.

-Si te fijas bien, verás que este hombre está circunciso y es un egipcio. Era incluso un recaudador del faraón y tuvo la osadía de venir a mi palacio a preguntarme por qué mi tribu llevaba un retraso de algunos años. Mis soldados se divirtieron mucho con él antes de colgarlo por su desfachatez. Con este acto he conseguido que en adelante los egipcios se abstengan de atravesar mi país y los mercaderes prefieren pagarme los derechos a mí y no a ellos. Comprenderás lo que esto quiere decir cuanto te diga que Megiddo está en mi poder y me obedece a mí y no a su guarnición egipcia, que se oculta en el fuerte y no se atreve a mostrarse por las calles.

-Que la sangre de este desgraciado caiga sobre tu cabeza -dije yo, asustado-. Tu castigo será terrible, porque en Egipto se puede bromear con todo menos con los recaudadores del faraón.

-He expuesto simplemente la verdad, sobre este muro -dijo Aziru con satisfacción-. Naturalmente, el asunto fue objeto de largas investigaciones y he accedido con gusto a redactar cartas y tablillas, y he recibido también un gran número, que conservo cuidadosamente numeradas en mis archivos a fin de poder hacer referencia a ellas al escribir nuevas epístolas, hasta que pueda edificar con ellas un baluarte para protegerme. Por el Baal de Amurrú, he conseguido ya embrollar el asunto hasta un punto que el gobernador de Megiddo maldice el día de su nacimiento desde que lo asedio a tablillas para que me dé satisfacción del agravio infligido por el recaudador. Con la ayuda de numerosos testigos he conseguido probar también que este hombre era un asesino, un ladrón y un prevaricador. He probado que violaba las mujeres en los pueblos, blasfemaba sobre los dioses de Siria y había profanado el altar de Atón en mi propia ciudad, lo cual bastará para ganar la decisión del rey. ¿Comprendes, Sinuhé? La justicia y la ley escritas sobre las tablillas de arcilla son lentas y peliagudas y los asuntos se complican a medida que las tablillas de arcilla se amontonan delante de los jueces, y al final ni el mismo diablo llegaría a desenmarañar las cosas y descubrir la verdad. En esta materia soy más fuerte que los egipcios y pronto seré también más fuerte que ellos en otros aspectos.

Y después de esta lectura, Meritxell Batet se muestra dispuesta a dialogar sobre una reforma constitucional, sin explicar qué pretende reformar. Quim Torra está dispuesto a negociar con el punto de partida de “el referéndum del 1 de octubre y la declaración política del 27 de octubre”, en alusión a la declaración de independencia que provocó la destitución de Puigdemont y todos sus consejeros y la posterior huida o encarcelamiento de estos. Un señor cuyo diccionario xenófobo no tiene desperdicio. Como muestra un botón: «Ahora miras a tu país y vuelves a ver hablar a las bestias. Pero son de otro tipo. Carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio. Un odio perturbado, nauseabundo, como de dentadura postiza con moho, contra todo lo que representa la lengua. Están aquí, entre nosotros. Les repugna cualquier expresión de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay algo freudiano en estas bestias. O un pequeño bache en su cadena de ADN. ¡Pobres individuos!».

Del siglo XIV antes de Cristo al siglo XXI de nuestra era. Porque sin el odio, los brazos no tienen fuerza para levantar las armas.

POLLOS QUE VUELVEN AL CORRAL EN CATALUÑA

Cuando el 22 de noviembre de 1963 muere asesinado John Fitzgerald Kennedy, los periodistas preguntaron a Malcolm X su opinión, y entonces pronunció una de sus frases más polémicas: «pollos que vuelven al corral» (chickens coming home to roost). Quería decir que la misma violencia que era tolerada hacia los afroamericanos se había cobrado la vida de su máximo dirigente. O como dijo cuando intentó explicarse a posteriori, «las malas hierbas que han dejado crecer en su jardín han venido a estrangular a su jardinero jefe».

Esta frase la podemos aplicar a la situación en Cataluña en un doble sentido: en primer lugar, por como el gobierno autonómico catalán ha hecho ingeniería social con la inmigración, favoreciendo a los musulmanes sobre los latinoamericanos, debido a que como los primeros no tienen como lengua materna el castellano, sería más fácil integrarles en el nacionalismo e idioma catalán, y en el rechazo a todo lo español. En Cataluña hay más musulmanes (515.482) que votantes de Podemos o votantes del PP. Angel Colom, ‘embajador oficioso’ de Cataluña en Marruecos, llegó a decir que no se puede construir un Estado catalán sin la participación de los catalanomarroquíes (después de invento de la Corona Catalano-aragonesa todo es posible). El resultado tras 16 años es la más numerosa población musulmana de España, y por simple estadística, el lugar de España con más yihadistas y terroristas dispuestos a atentar. Aunque el numero de yihadistas sea muy minoritario en relación con la población musulmana en general, a mayor numero de unos, mayor numero de los primeros también. Por supuesto que podría haber habido un atentado yihadista en Cataluña pese a no tener tanta inmigración musulmana, o si su gobierno hubiera obedecido las recomendaciones de los jueces y el Ministerio del Interior: también te pueden robar en casa aunque tengas alarma y puerta blindada, pero es más difícil, y normalmente los ladrones buscan las presas más sencillas de robar en primer lugar.

En segundo lugar, esos pollos que ahora han dado un golpe de Estado en en el corral español son los mismos a los que hemos estado tolerando infringir sistemática y deliberadamente tanto las leyes como las sentencias de los tribunales. Y no ha pasado nada. Nunca.

Ferrer Molina sintetiza muy bien en este artículo los hitos mas importantes en la historia de cesiones y miradas para otro lado: sentencias sobre la escolarización en castellano, sobre los símbolos del Estado, sobre la devolución de las obras de arte del monasterio  de Sijena; las que prohíben las multas a aquellos que rotulan en castellano en negocios y tiendas; las «embajadas» en el extranjero; la celebración de un referendum ilegal (que se llevó a cabo pese a todo); la emisión de la televisión autonómica en la Comunidad Valenciana y Baleares; la ignorancia por parte de la inspección educativa y el ya inexistente en la práctica Ministerio de Educación respecto del contenido de los libros de texto en Cataluña adoctrinando en masa a los niños durante 30 años; la mayor importancia de las pruebas de idioma que la competencia, la titulación o la experiencia profesional en las oposiciones para puestos públicos. Y podría seguir con muchos más ejemplos.

Todo esto ha provocado que el Estado no exista en Cataluña y no tenga presencia, como se ha podido comprobar en los atentados de Barcelona y Cambrils, donde a la Guardia Civil no se la permitió acceder al lugar del crimen; donde se hizo caso omiso a las advertencias de una jueza; donde se incumplieron las recomendaciones de Ministerio del Interior; y como siempre, no pasó nada, ni hubo consecuencias, ni las va a haber. Ese vacío de poder lo ha ido llenando el Gobierno de la Generalitat a su antojo, haciendo verdadera ingeniería social, ante la pasividad (por qué no decirlo) de la mayoría de la propia sociedad catalana, que se ha puesto de perfil, cuando no ha comprado los débiles argumentos de los independentistas de que la independencia va a acabar con el paro, con la crisis y hasta con las enfermedades. Como dice mi amigo Antonio Cervero, la gente en España (Cataluña no es una excepción) sigue dejándose llevar por el primer encantador de serpientes que pasa. Lo gracioso es que nos pretendan vender que es una lucha de David contra Goliat similar a la de los derechos civiles en EEUU. A eso ya respondí cumplidamente aquí.

La cuestión está en un punto donde hay difícil arreglo. Cuando en los tres últimos años la Generalitat ha tenido que pedir ayuda al Estado central para poder pagar las nóminas de los funcionarios (mientras se gastaba el presupuesto en embajadas y en el fomento del catalán en Cerdeña, y cerraba quirófanos y camas de hospitales públicos), ha habido una ocasión de oro para intervenir el Gobierno autonómico por incapaz y por quebrado, habiendo instrumentos legislativos para ello. Pero cuando todos los partidos políticos (todos y cada uno, incluido Ciudadanos) están en el acuerdo del pub Kitty, para que Cataluña tenga un acuerdo similar al cupo vasco y navarro y se sienta más cómoda en su encaje con España (como si España fuera un anuncio de Ikea), no tengo la más mínima esperanza de que el Gobierno actual ni otro en el futuro vaya a hacer nada bueno al respecto, en la mejor tradición española de barrer debajo de la alfombra y mirar para otra parte.

Porque desde 1980 hemos tenido gobiernos de distintos colores y sabores, y todos han hecho lo mismo: ceder al chantaje nacionalista para obtener apoyo en el parlamento nacional, y dejar a los pollos sueltos en el corral haciendo lo que han querido hasta hoy. Y ahora que hemos tenido un atentado indirectamente favorecido por la ingeniería migratoria y las negligencias en seguridad de la Generalitat, y un golpe de Estado retransmitido por televisión en directo (el segundo tras el 23-F), no vamos a pretender poner orden en el corral, sobre todo cuando no lo hemos hecho en 37 años. Y los pollos son pocos, pero están crecidos porque se sienten impunes, y el resto del corral, con pequeñas excepciones, mira para otro lado.

Un pequeño asterisco: me produce vergüenza ver a aquellos que se definen de izquierdas y progresistas sosteniendo un partido de la más rancia derecha xenófoba y corrupta, que tuvo que cambiar de nombre y de CIF porque lo tenía todo embargado por corrupción, incluidas las sedes; que ha cerrado hospitales y no ha pagado a los dependientes, mientras se gastaba el dinero en propaganda nacionalista y le echaba la culpa a ‘Madrit’. Al menos hay un señor con vergüenza y memoria que, aunque simpatiza con el independentismo, visto el panorama dejará la política, Joan Coscubiela.

Y un último mensaje para los ingenuos: cada vez escucho más a mi alrededor decir «pues que les den la independencia de una vez y que nos dejen en paz». Primero, su independencia sería la del adolescente que se va de casa, pero desayuna, come y cena todos los días en casa de sus padres, y de paso les lleva la ropa sucia para que se la laven y se la planchen (fútbol, baloncesto, edificios públicos, deuda pública de Cataluña, Patrimonio nacional, euro, Unión Europea, todo eso no se podría mantener en un país independiente de verdad). Y segundo, al día siguiente ya estarían reclamando su espacio vital:  la Franja de Aragón, Comunidad Valenciana, las Baleares y parte de Francia (claro que ahí sí que hay un país de verdad y van dados…). No se terminaría el concierto de los pollos, sino que solamente pasarían a tocar otra canción. Sólo hay que recordar el Lebensraum, con Austria no tuvieron suficiente, luego fueron los Sudetes (República Checa), luego Polonia y finalmente…Europa.

Y para el que piense que todo esto lo escribe un nacionalista español, en este enlace tiene mi respuesta.

CARTA A UN AMIGO INDEPENDENTISTA

Querido amigo

Dadas las actuales circunstancias, me he decidido a escribirte esta carta. Sé que va a ser complicado que en esto nos pongamos de acuerdo, como sí que lo hacemos en otras cosas, como la vida o el deporte, por ejemplo. Y es que yo me declaro un ser racional para este tipo de cuestiones, y tú claramente eres muy emocional. Incluso cuando hablamos del Barca, el equipo de tus amores, puedes llegar a ser racional cuando te arrincono sobre alguna cuestión, aunque al principio defiendes tus colores con toda la pasión que tienes por ellos. Por lo menos lo voy a intentar, no arrinconarte (que también), sino charlar.

Dices que estás hasta los cojones de España y de los españoles, que os exprimen fiscalmente, que os robamos para que otros cobren subvenciones. Que solos vais a estar mucho mejor, que sois un país próspero y que de este modo podréis dedicar vuestros recursos a vosotros mismos. Que habéis sido desde hace siglos una nación oprimida, a la que se han negado sus derechos, y que queréis que os dejen decidir lo que queréis ser. Que un país pequeño es mucho más fácil de gestionar y acerca la administración al ciudadano. Y que estáis hartos de ataques hacia vosotros. Que no te sientes español.

Primero decirte que es normal que pienses esas cosas. Eres más joven que yo, y desde que eras pequeño, por todos los medios de comunicación y en la escuela, has sido educado en el odio. Hacia España y los españoles, y hacia todo lo que representan. Quizá hayas vivido una escena como ésta cuando eras pequeño. O quizá hayas asistido a alguna como ésta. Pero como no iba contigo, tampoco hiciste nada para defender a tu compañera. Al fin y al cabo, la primera es algo normal. La segunda…pues ella se lo ha buscado, por provocar. El abecedario que traigo aquí no lo viste cuando eras pequeño, el sistema se va perfeccionando con los años, pero tu hijo es posible que sí lo haya utilizado. Más adelante le enseñarán que Colón, Hernán Cortés o Americo Vespuccio eran catalanes, así como otras mentiras sobre la Guerra de Sucesión (que no de secesión). De España no aprenderá nada, excepto cosas negativas.

Por otra parte, tengo que decirte que todos los argumentos económicos que os dan son falsos. O casi todos. El libro de Josep Borrell Las cuentas y cuentos de la independencia se dedica a desmontar uno por uno todos ellos, y como muestra tres botones:

  • Desmonta la creencia de que, con la independencia, Cataluña dispondría, de forma inmediata y permanente de 16.000 millones de euros adicionales que “España les roba a los catalanes”. Esta argumentación obvia el detalle del coste de todos los servicios públicos que el Estado español presta a los catalanes desde fuera del territorio catalán, y que una Cataluña independiente tendría que asumir y pagar.
  • Cuando Junqueras se refiere a la asfixia económica lo hace sobre la base de la siguiente afirmación: «Si cada año no desapareciese de nuestro país un 8% de nuestro producto interior bruto, en 10 años lo doblaríamos y cada 10 años seríamos el doble de ricos. Habríamos cuadruplicado nuestro producto interior bruto». Se queda muy corto, ya que Cataluña no solo sería el país más rico del mundo, sino que (si Junqueras manejara correctamente el cálculo del interés compuesto) alcanzaría una renta per cápita de más de 200.000 dólares (el doble de la renta de Qatar y cuatro veces mayor que la de Alemania). Evidentemente disparatado.
  • Por último, según los independentistas España absorbe vía déficit fiscal una parte de los recursos de Cataluña, entre el 8% y el 9%. Añadiendo que todo lo que piden es, simplemente, que se la trate como Alemania a sus Länder, que limita su déficit fiscal al 4%-4,5%, como demuestran las balanzas fiscales que el Gobierno alemán supuestamente publica anualmente. Pero no existen las balanzas fiscales en Alemania, ni limitación alguna al déficit fiscal de los Länder, tal y como ha confirmado por escrito la embajada alemana en España. Además el cálculo utilizado por la Generalitat (el muy particular método monetario con neutralización del déficit estatal por los ingresos) deja de lado el hecho de que una Cataluña independiente debería financiar todos los servicios que ahora recibe del Estado, se produzcan o no desde el territorio catalán. Y eso no se tiene en cuenta.

Pero ya sé que me dirás que esto es propaganda unionista, y que además te obliga a razonar, pensar, y buscar cosas que no sabes lo que significan realmente. Qué pereza. En eso eres muy español, que lo sepas.

Vale, tienes razón, me dices, pero lo que no me vas a negar es que estamos aportando al Estado más de lo que recibimos. Y aquí te contesto yo que los que pagan impuestos son los ciudadanos, no los territorios. Por esa regla de tres yo dejo de pagar impuestos, porque con ellos están pagando el desempleo de mi vecino, que no sé ya desde cuando está en el paro. Y no me parece justo.

Pero lo que no vemos en este caso es que gracias a los impuestos se pueden sufragar los servicios que recibimos todos en España (o el Estado español, que te gusta más), incluso para Cataluña desde fuera de Cataluña, y atender las situaciones de carencia de los más débiles. Y es que yo echo mucho de menos críticas de gente como tú a la manera en que se gasta el dinero en Cataluña por parte de la Generalitat: el caso Banca Catalana, y la huida hacia adelante envuelto en la señera del molt honorable. Una CCAA donde la corrupción forma parte de su estructura política, el clan de los 400, donde han mandado siempre los mismos, la sociovergencia, de un modo o de otro, y donde hubo un arranque de sinceridad que explica muchas cosas. ¿De verdad le vas a dejar las llaves de tu país a esta gente?

A este respecto te digo que si Cataluña se independiza ya nadie se va a enterar de nada, van a echar el cerrojo y a robar a manos llenas sin testigos. Un país más pequeño implica darles todas las llaves (de tu casa, de tu coche) a esta gentuza. Controlarán el poder ejecutivo, el judicial y el legislativo; la policía; los medios de comunicación; y la sociedad civil. Ahora ya tienen ese control a nivel local, pero el Estado central y sus jueces y fiscales todavía ejercen ese contrapeso, así como los medios de comunicación nacionales. Sin ellos, no habrá nadie para vigilar. ¿Por qué te crees que quieren implantar una justicia catalana a toda costa?

El gasto ingente en el procès: Òmnium Cultural (que llegó a recibir 600.000 euros para su nueva sede por Carod Rovira); el Cercle Català de Negocis, la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), el Centre Internacional Escarré per a les Minories Ètniques i les Nacions (Ciemen), la Fundació Catalunya Estat, la Plataforma per la Llengua, la Asociación Catalana de Profesionales (ACP), la Plataforma pro Seleccions Esportives Catalanes, y otras más que han recibido millones de euros durante los últimos años. Mientras, se cierran quirófanos, aumentan las listas de espera, junto con la pobreza infantil, los servicios sociales y la atención a la dependencia se degradan. Tú siempre te has reclamado de izquierdas… ¿No debería ser la izquierda la que luche por los más desfavorecidos?

Para finalizar, voy a intentar razonar contigo y ofrecerte mi visión del asunto. Yo no me siento español. Yo me puedo sentir triste o alegre, optimista o pesimista, pero no español. Yo sé que soy español, porque por circunstancias nací aquí. Por supuesto que me siento orgulloso de aquellos compatriotas que hicieron grandes cosas para la Humanidad, entre los cuales hay catalanes también. Pero haber nacido en un sitio concreto no es ningún mérito personal. Como te expliqué en este artículo de hace tiempo, No soy un nacionalista español:

Yo no soy nacionalista, no me siento español, me sé español, porque somos el resultado de muchos siglos de Historia, de culturas, que ha cristalizado en lo que hoy es España. La situación actual es el resultado de un largo proceso histórico que está ahí, no se puede esconder o falsear. No es ni mejor ni peor que ser italiano, sueco o australiano. Es algo totalmente accidental y que no tiene ningún mérito. Simplemente he crecido en un Estado, en un país, con una cultura, un idioma, una Historia y unas costumbres. Y me considero un ciudadano que desea un Estado democrático donde todos seamos iguales ante la Ley, y donde se gestionen eficazmente los recursos del Estado y todo pueda ser objeto de debate.

Mi objetivo en la vida es ser feliz. Y como ciudadano responsable, participar en la vida pública y en la política, porque si yo no hago política otros la harán por mí, y exigir a los gobiernos en qué se gasta mi dinero y por qué. Que rindan cuentas. Y si no estoy conforme, hacer lo posible para cambiarlos.

Y desde esa óptica estoy en contra de todo este proceso independentista, por varios motivos: va a ser muy malo para los catalanes y para el resto de españoles, en términos estrictamente económicos; está dirigido por corruptos que lo utilizan como palanca para sus propios intereses personales (o intereses andorranos sería más preciso decir); se basa en mentiras y falsedades que fomentan la emoción más difícil de revertir, que es el odio entre personas; manipula emociones como la ilusión y el miedo; no apela a la razón, sino  a los instintos más bajos del ser humano; niegan u ocultan las consecuencias terribles que tendría la salida de la UE y del euro, la disminución de los intercambios comerciales, o el impago de la deuda pública.

Y me inquietan mucho los puntos en común con ciertos regímenes pasados y presentes: adoctrinamiento escolar desde muy temprana edad, desfiles con antorchas, manifestaciones multitudinarias organizadas desde el Gobierno, demonización del enemigo, lenguaje bélico, disparo de las emociones, reescritura y mitificación de la Historia, alusiones al “pueblo en marcha”, amenazas, marginación y coacciones a los disidentes con la línea oficial, el uso del concepto de “destino histórico”, apropiación y colonización de los movimientos sociales, reivindicación del referéndum como instrumento de participación política, el uso de bellas palabras vacías (democracia, pacífico) en paralelo con actos que demuestran todo lo contrario. A mí me vienen a la cabeza la España de Franco, la URSS de Stalin o Corea del Norte, todos ellos verdaderos ejemplos a seguir de democracia y libertades.

Sólo te pido que leas esto un par de veces, no como algo personal contra ti, y luego reflexiones. Lo fácil es dejarse llevar por la corriente. Ser gregario o egregio, esa es la cuestión.