CARTA A UN REMERO CANADIENSE

Querido Gary

Acabamos de recibir tu felicitación navideña, y no puedo hacer menos que contestarte como te mereces.

Recuerdo el día que nos conocimos, fue en una de estas reuniones de remeros del blog de Santi González, al que llegué por casualidad y que tanta gente maravillosa me ha hecho encontrar y compartir. Tú entonces no hablabas mucho español, y comenzamos a hablar en inglés. Te comenté que yo estaba preparando entonces mi examen de inglés oral para mi oposición, y que podría ser interesante que pudiéramos mantener charlas en inglés y en español, para mejorar nuestras respectivas debilidades. Y empezamos a quedar en tu casa para hacer una hora de inglés y otra de español.

Como diría Bogart, «Louis, I think this is the beginning of a beautiful friendship». And it was. Y entre el inglés y el español descubrí una persona sensata, amable, intelectualmente solvente, educado, alguien en quien podía confiar. Que compartía una misma cultura musical (y política) conmigo desde lados opuestos del Atlántico. Con una deslumbrante carrera profesional detrás y una vida llena de ilusiones por delante. Y poco más adelante surgió la oportunidad del viaje de nuestra vida.

Y con esa ilusión inocente me comentaste la idea de ir a Canadá y hacer un viaje hasta Nashville para peregrinar al templo de la música country, el Grand Ole Opry, del que ya puedo decir orgulloso que mis botas vaqueras han hollado ese suelo. Ha sido sin lugar a dudas una de las mejores experiencias de nuestras vidas: los 6.000 kilómetros de carretera y los diez estados entre Canadá y EEUU son las experiencias que hacen que la vida merezca la pena ser vivida, te abren horizontes nuevos y te hacen reflexionar profundamente sobre nuestra existencia. Es algo que permanecerá siempre indeble en mi memoria. Nunca os podré agradecer a Rosa y a ti la oportunidad.

Qué poco sabíamos de la ola negra que se estaba cerniendo sobre nosotros. La terrible experiencia que estamos viviendo desde entonces engrandece más todavía ese viaje. Cosas tan sencillas pero tan memorables a la vez, como degustar el vino junto con la hoguera, y las guitarras y las canciones son la esencia de la vida. Y como dices, el hecho de ver a Mar disfrutando de un modo tan simple de la naturaleza y el lago hace reflexionar. We have to slow it down, man.

Yo estoy aquí, pero mi alma se quedó descansando junto al lago. Y a veces, cuando la vida me aprieta, cierro los ojos y le cojo la mano a Mar y volvemos a estar sentados junto al lago, mirando al horizonte. Y así me quiero quedar, para siempre.Hay veces que estoy tocando y cantando y me siento como si estuviera junto al lago Green, percibo el silencio a mi alrededor. Mi espíritu sigue allí, ajeno al estrés de este mundo.

Así que aprovecho esta ocasión para darte las gracias por tu amistad, tu cariño y tu afecto. Porque aunque estamos lejos ahora por las circunstancias, yo os siento muy cerca. Para siempre.

Feliz Navidad y que tengáis un feliz año 2021. Cuidaos mucho.

Jose (y Mar).