BLUES, ROCK Y HARLEY DAVIDSON

He tenido moto desde hace mucho tiempo. La sensación de por qué te haces un viaje de 900 kms en un día, con viento, lluvia, dolor…no se puede explicar. Quizá la frase que mejor resume esto es “I could explain, you wouldn’t understand” (te lo podría explicar, pero no lo entenderías, frase que he visto en la parte trasera de camisetas y con la que coincido). Ni yo mismo puedo entender el por qué de ciertas cosas. Antes, cuando tenía menos edad, he hecho auténticas barbaridades, como ir en pleno invierno detrás del quitanieves; dormir en una acera o en un parque; pasar verdadero miedo cuando adelantas un camión de 40 toneladas y el aire te desplaza casi hasta la mediana de la autopista… Ir de Benidorm a Madrid dos veces de noche, lloviendo, en pleno invierno, sin ver apenas, haciendo aquaplaning de un lado al otro de la carretera. Son cosas que ahora ya no haría…pero de las que no me arrepiento en absoluto.

Lo primero que me llamó la atención y me atrajo de este mundo fue la camaradería que existe y es real. La gente apenas se conoce te da confianza, te trata bien…basta un mero apretón de manos y ya estás en una barra contándote la vida con la gente. Eso es algo genial y que no se da muy a menudo hoy en día. Me encanta conocer gente y este es un medio hecho a medida para eso.

Dicho esto, el mundo del custom, o para los no iniciados que leáis esto, las motos del estilo de las Harley, es otra cosa y tiene sus matices. Las reuniones de este grupo son más bien orientadas a cierto tipo de música, hablar, beber, esparramar…pero con cierta privacidad. Me explico: como en todos los sitios, el número de gilipollas aumenta exponencialmente según hay más personas, pero en general hay menos flipaos (aunque alguno hay), la gente es más del rollo vive y deja vivir. Concierto, striptease, borrachera hasta el amanecer, pero dejando al vecino en paz. Esta descripción corresponde a mi experiencia, y admito otras distintas, pero como mi experiencia es algo dilatada, pues creo que puede ser ciertamente algo próxima a la realidad.

Y el título de esta entrada…pues bueno, creo que aunque puede haber gente de este mundillo cada uno de su padre y de su madre (como buena aproximación a la realidad), hay cierto denominador común en cuanto al tema musical: el rock, el blues, el rock sureño, y el mundo custom y harley.

Y esto me lleva al tema central, la sensación de ir en moto. Esto es lo inexplicable. El simple hecho de girar la llave de contacto, poner el motor en marcha, engranar la primera marcha y coger carretera es algo que no puedo explicar. Aunque sea a comprar el pan. Y no espero que nadie lo entienda. Es algo similar a tocar la guitarra, es una especie de subidón que no puedo dar a entender. No exactamente subidón, es algo placentero. Y enlazando con lo de la música, cuando voy en mi moto suelo ir cantando blues o rock, como si fuera la banda sonora de mi vida. Todo en global, junto con el ambiente de las reuniones, es algo especial.

Aunque ya no es como antes, ahora tengo un coche también. Siempre he hecho lo que me ha apetecido. Ahora salgo menos, me apetece menos que antes, hace mucho que no voy a una concentración, o que no salgo con más gente un domingo… Pero sigo disfrutando esa sensación de rodar en moto (custom), quizá más intensamente que antes, porque hay menos veces que lo hago. Es algo similar a tocar la guitarra, tienes algo rondando por la cabeza, o simplemente te apetece, coges tu viejo casco, das una vuelta y sientes que el aire te traspasa por dentro también, y todo (todo) queda atrás. No tiene nada que ver con la velocidad, nada en absoluto. Es otra cosa.

SIEMPRE ME QUEDARÁS TÚ…

Hoy he estado ensayando con Alberto y un amigo suyo, hemos estado tocando hasta que nos dolían las manos… Y he salido con una sensación muy especial de allí. Como si una ola gigantesca viniera del mar por dentro de mí y se llevara todas las frustraciones, los malos rollos, las tristezas…Y he comprendido que por mal que vayan las cosas, por muchas veces que me caiga y me tenga que volver a levantar; por muchas ocasiones en que me equivoque; que la gente me decepcione otra vez o que yo decepcione a la gente…siempre me quedarás tú. Siempre podré cogerte entre mis manos y hacerte hablar, dialogar con tu voz y mi voz, sacarte la espuma del mar que me limpia por dentro. Esa energía que me hace vibrar, que me cura cuando el mundo muerde, hasta cuando yo mismo me muerdo…Y cuando acaricio tu alma es como si todos mis sentidos estuvieran en ti.

Porque un acorde, una canción, es mucho más: es un racimo de miles de sentimientos lanzados al aire. Y cuando el viento frío sople, siempre me quedará tu refugio y tu calor…