DE ESPAÑA A CROACIA EN MOTO: GPS SÍ, GPS NO


Antes de salir de viaje hay que comprobar todas las cosas que nos pueden hacer falta. Teniendo en cuenta los avances de la moderna tecnología, y que me mola experimentar cosas nuevas, pues he pensado en usar GPS con la moto.

Mi moto es una Harley Davidson Road King Classic, lo que implica varias cosas, a saber: que vibra más que una cinta de adelgazar; que si quieres un GPS para moto, hablamos de 400 € más instalación como muy barato; y que si pretendo escuchar la voz del aparato, con el ruido que hacen los escapes, yo creo que ni con cascos.

El caso es que tuve una idea de bombero jubilado (con todo el respeto para ellos): se me ocurrió poner un GPS de coche con su ventosita en la pantalla de la moto. La ventosa del soporte no parece despegarse. Pruebo a arrancar y pese a las vibraciones, el soporte no se va. Tengo la moto un rato arrancada, y nada, que no se va. Pues me digo: vamos a probar en un viaje corto y a ver qué pasa. Monto el GPS en el soporte con la ventosa y digo pues voy a ir a El Pardo, que me coge cerca de casa por si ocurre un accidente y/o desgracia. Arranco y salgo del garaje y funciona, y ojo, la ventosa no se despega de la pantalla. Cuando llevo unos tres kilómetros recorridos, noto que el aparato empieza a girar de una forma extraña. Gira, gira, gira y creo que se va a salir…Bajando la avenida de Cardenal Herrera Oria noto que el soporte empieza a girar como la cabeza de la niña del exorcista y parece que el aparato va a salir volando. Asustado, suelto una mano del manillar y cojo al vuelo el GPS. De repente, me doy cuenta de que necesito la mano para frenar…porque el semáforo está rojo! En una maniobra elegante, dejo el GPS entre la pantalla y el manillar y vuelvo a la postura natural de conducir, y claro, el GPS se ha empeñado en experimentar los placeres del puenting y poco a poco se va moviendo con las vibraciones hacia afuera y acaba tirándose por el lado derecho, pero sin cuerdas de seguridad. Freno por fin y recojo el GPS de la cuneta. Compruebo que no ha sufrido daños, aparte de algún rasguño. La moto vibra tanto que el tornillo de sujeción del soporte se ha aflojado y se ha soltado. Eso sí…la ventosa sigue pegada y bien pegada a la pantalla de la moto.

Por un instante pienso en comprar el GPS de Harley oficial, pero lo descarto rápidamente. Uno, bastante pasta me voy a gastar ya en la moto este año con la mierda de las piezas homologadas, ITV y demás. Dos (creo que esto ya lo he dicho antes), bastante pasta me voy a gastar ya en el viaje, y total para una cosa que voy a usar una vez cada dos o tres años.

Rompiéndome la crisma por dentro, me pongo a buscar y encuentro un soporte para GPS de coche para poner en un manillar de moto o bici. Miro varios modelos distintos y al final me quedo con este. El precio es más que razonable (13€ más gastos de envío) y de paso le encargo otro al señor Quique. Me lo entregan relativamente rápido y lo monto. El anclaje es cojonudo y funciona de coña. Además las placas que lleva por dentro hacen que se adapte al tamaño del GPS perfectamente, y la pantalla táctil funciona muy bien.

El problema es el sonido. Hago una prueba con dos GPS, el mío (un Becker de coche con mapas de 2007) y el de mi hermano, bastante más actualizado, marca Mío. El mío (no el Mío) tiene salida para cascos, y hago la prueba de ir con un casco puesto de metro y medio de largo, y funciona bien, pero incluso a veces se deja de oír. Tela. El problema es que hay un tramo en el que el cable se ve, del GPS a la cazadora, luego ya va por dentro y no se nota. A la vuelta lo hago con el de mi hermano y va bien también, pero sin sonido. La única cosa mala es que cuando le da el sol de frente no se ve un carajo, estoy pensando en algún sistema de visera que le pueda acoplar. Me quedo con la duda de si lo del casco para el sonido es legal: el caso es que veo a mucha gente con el casco con el auricular con bluetooth y el micro circulando por ahí. Mariano se fue el año pasado con los cascos esos por Europa y no tuvo ningún problema. Mi naranja entera no es partidaria, por cierto (aparte de que sería más pasta para algo que no vas a usar mucho, y ninguno de los dos GPS tiene bluetooth). Así que decido hacer una consulta a la DGT y el resultado es (literal): “La Ley de Seguridad Vial (art.11.3) prohíbe conducir usando cascos o auriculares conectados a aparatos receptores o reproductores de sonido. Realmente, los sistemas de comunicación integrados en el casco incorporan auriculares o altavoces adosados al interior del casco a la altura de la oreja. Como dicho casco va muy próximo a la misma, al incorporar los auriculares o altavoces se aproximarían aún más, con lo que no existirían diferencias con cascos de sonido. Con esa instalación, en el interior del casco se crea un espacio de ruido-sonido que haría imposible la audición de sonido exterior, por lo que se puede concluir que su uso puede perjudicar la seguridad vial. Como existe similitud con los auriculares o cascos de sonido, se debe considerar que entran dentro de la prohibición citada”. Conclusión: ni de coña, y si lo hacéis pues ya sabéis lo que hay.

Lo que sí voy a hacer es llevarla al taller para que le echen un último vistazo (aunque no hace 2000 km que le hice la revisión y el cambio de aceite), y de paso que le pongan una entrada de corriente, que eso aparte del GPS puede ser útil en otras cosas, como para cargar el teléfono. De todos modos, somos unos gilipollas a veces. Llevo veinte años haciendo viajes en moto y no he usado GPS nunca, solamente mapas en papel de toda la vida. Y sinceramente nunca me he perdido más de lo normal. Así que mañana me voy a Desnivel a comprar algún mapa por si acaso, que además llevo una copilota que se orienta muy bien (por eso sus amigas la llaman la sabueso). Me llevaré el GPS, pero con los mapas. Por si acaso. Que una vez en Nápoles, por seguir al GPS, acabamos en el puerto, con una gente rodeándonos que parecían sacados de una escena de acción de la película Gomorra.

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