EL APETITO FAÚSTICO Y EL AMOR FATI (I)


Hay un libro estupendo que recomiendo a todo el mundo, que es Lo que Sócrates diría a Woody Allen. En este libro, verdaderamente interesante y delicioso por momentos, el autor (Juan Antonio Rivera) trata una serie de cuestiones éticas (la felicidad, el amor, el azar, la falta de voluntad…) relacionándolas con la trama de varias películas, muchas de ellas obras maestras del séptimo arte. Si sois unos enfermos del cine como yo, evidentemente el libro es muy recomendable. En él tenemos cuatro conceptos sobre los que me interesa reflexionar: apetito faústico, amor fati, árbol de decisión vital y el bosque humano.

El amor fati consiste en el convencimiento de que una persona no solamente está completamente satisfecha de su existencia, sino que está convencida de que su existencia es y ha sido la mejor de todas aquellas posibles. Dar un sí rotundo a nuestra vida en un instante conlleva asimismo dárselo también a todos los instantes previos. El autor pone el ejemplo del personaje protagonista de la película Family Man (Nicolas Cage interpreta a Jack Campbell), no sólo muy satisfecho de su vida, sino que también afirma que tiene todo lo que necesita. Es obvio que para llegar a este estado de plenitud vital tenemos que haber recorrido ininterrumpidamente todos los eslabones anteriores de nuestra cadena vital. Porque la falta de uno solo de ellos implicaría que el punto de destino es necesariamente diferente…o no. Es lo que denomina el autor el árbol de decisión vital. Todas y cada una de las decisiones que vamos tomando en la vida (y según nos vamos haciendo adultos en mayor cantidad e importancia) determinan nuestras posibilidades y acontecimientos posteriores. Al afirmar nuestro amor fati, hacemos como si conociéramos todas las vidas alternativas que hubiéramos vivido de haber tomado otras decisiones diferentes. El deseo de recorrer todas las vidas posibles sin exclusión es el denominado apetito faústico. ¿A quién no le gustaría poder ver qué hubiera ocurrido si cuando, por ejemplo, pudiendo habernos ido a vivir a otro país y dejar todo atrás, no lo hicimos? ¿Qué hubiera pasado de haberlo hecho?

Ese deseo de conocer todas ellas, el apetito faústico, en sí mismo es algo fantástico e irracional, pero como afirma el autor un deseo consustancialmente humano. Tan humano que en el fondo, desde el principio de los tiempos, el hombre ha tratado de calmarlo con diversos medios: con remedios alucinógenos, con relatos literarios o cinematográficos. El intento de asumir experiencias aunque sean de otros sirven para calmar esa sed. Cuántas veces hemos vivido en el oeste con John Ford, o hemos experimentado ser un gangster con Tarantino, hemos reído con Woody Allen o con Ernest Lubich. Por no hablar de los libros en los cuales nos sumergimos hasta el punto de la sugestión…

El problema es que tenemos que tomar decisiones sin poder ver lo que hay al otro lado, es como si estuviéramos escalando una montaña teniendo que escoger un sendero u otro, sin mapas, desde luego sin GPS, y sin conocer lo que hay en la cumbre. Puede que cuando lleguemos a ella, lo que encontremos no sea precisamente lo que creíamos que había…

9 comentarios en “EL APETITO FAÚSTICO Y EL AMOR FATI (I)

  1. Hola, he caido aquí por casuliadad, através del blog de la gorgonas. me gusta mucho esta entrada y oienso leerme el libro. Sobre lo que versa el libro es algo que siempre he intuido, sobre mi vida, el tema de los eslabones, de las oportunidades perdidas, las aprovechadas, la suerte, las vidas no vividas. Estoy intentando llegar a un punto donde me encuentre a gusto conmigo mismo y creo que este libro aportará su granito de arena. Aparte de todo, necesito un libro!!! Me acabo de leer el Péndulo de Foucault y quiero pillar algo que no tenga nada que ver.P.D. Me encanta el jazz, alguna sugerencia???Saludos, Isaac.

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